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30, marzo, 2015

Por qué las mujeres ganan menos que los hombres

(Banco Mundial)._ A igual trabajo —no importa si son jefas o empleadas— las mujeres ganan menos y, pesar de que en muchos casos están mejor preparadas, no obtienen siempre los mejores empleos. De hecho, en América Latina, ellas ganan entre el 64% y el 90% de lo que ganan los hombres, según revela el estudio El efecto del poder económico de las mujeres en América Latina y el Caribe.

¿Cuántas mujeres, entre las que conoce, son jefas? Puede que si usted vive en Jamaica, el número sea bastante alto: la isla caribeña tiene el mayor porcentaje en el mundo de directivas, con un 60%. Le siguen otros dos países de la región, Colombia, donde el 53% de todos los directivos son mujeres, y Santa Lucía, con el 52,3%, según uninforme de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que mide los países donde es más probable que una mujer ocupe altos cargos y mandos gerenciales.

Sin embargo, no todo es color de rosa. A igual trabajo —no importa si son jefas o empleadas— las mujeres ganan menos y, pesar de que en muchos casos están mejor preparadas, no obtienen siempre los mejores empleos. De hecho, en América Latina, ellas ganan entre el 64% y el 90% de lo que ganan los hombres, según revela el estudio El efecto del poder económico de las mujeres en América Latina y el Caribe.

Jonna Lundwall, especialista social del Banco Mundial, explica que hay un 7% más de niñas que niños en escuelas secundarias y que “la brecha se expande al llegar a niveles universitarios: hay casi un 30% más de mujeres estudiando que hombres”.

Sin embargo, los altos niveles de acceso a la educación de las mujeres no se traducen en el ámbito laboral. “Las mujeres se encuentran en los empleos más vulnerables”, explica la experta.

Un 27% de las mujeres está empleado en trabajos de mediotiempo, contra un 10% de los hombres. “Los trabajos a tiempo parcial y el cuentapropismoresponden a la necesidad de flexibilidad que tienen las mujeres, quienes todavía son las que tienen la mayor responsabilidad en el cuidado de los niños y los ancianos”, argumenta Lundwall quien subraya que esto también trae consigo aparejados altos niveles de informalidad.

Otra brecha persistente tiene que ver con la segregación ocupacional. Mujeres y hombres se ubican en diferentes sectores, profesiones y tipos de empresas, algo que ocurre desde la selección de la carrera universitaria. “No hay suficientes mujeres en sectores como las ciencias o ingeniería”, acota Lundwall.

Lea todo el artículo en el sitio del Banco Mundial.

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